¿Qué es la leptospirosis?

Una de las enfermedades más comunes y antiguas es la leptospirosis. Es una de las zoonosis con mayor frecuencia a nivel mundial, aparte de la rabia. Con zoonosis nos referimos a una enfermedad que es transmitida de animales a los humanos.

Por eso, deberás saber que esta infección se puede transmitir al tener contacto con animales que se encuentran infectados o en un medio ambiente contaminado por el germen.

¿Quiénes son los afectados por la leptospirosis?

Esta enfermedad infecciosa puede afectar a diferentes especies de animales salvajes y domésticos, así como también a los seres humanos. Estos últimos se afectan al tener contacto con otro animal enfermo con la misma bacteria.

Síntomas

- En los humanos se puede manifestar con varios cuadros clínicos esta enfermedad, entre los cuales tenemos:
- Dolor de cabeza.
- La ictericia es el más común en el 90% de los casos.
- Fiebre.
- Dolores musculares.
- Tos.
- Escalofríos.
- Afecciones en los órganos del cuerpo, como en los pulmones, riñones, cerebro, bazo e hígado.
- En casos extremos, la muerte.

¿Cómo se contagia?

Tal y como se ha mencionado, esta zoonosis se encuentra infectando en alrededor de 160 especies de animales domésticos y salvajes. Estos animales son los vehículos o reservorios de la enfermedad.

Esto quiere decir que la bacteria se encontrará dentro de ellos para luego contagiar a las personas con el contacto o con haber dejado contaminado el ambiente, como por ejemplo, el orine de ratones; una de las principales causas de infección.
Los roedores vienen siendo la especie salvaje más afectada de todo el mundo, y los domésticos que se ven más influenciados por la bacteria son los porcinos, perros, bovinos, ovinos y equinos.

De forma general, todos los animales que se encuentran infectados con leptospirosis, excretan la leptospiras por la micción, infectando así el ambiente o las aguas.

Hay gran incidencias de contagio en las aguas estancadas y en los terrenos húmedos en donde se puede manifestar con mayor intensidad el orine de los animales.

¿Quién la causa?

Esta infección es causada por un grupo de bacterias conocidas como las leptospiras, igualmente mencionadas como las bacterias pertenecientes del género Leptospira.

Estas mismas son las que conforman a la familia de bacterias Leptospiraceae que, a su vez, son las comúnmente conocidas como las Spirochaetales. Esta bacteria tiene la capacidad de sobrevivir en un hábitat de agua durante mucho tiempo.

También son capaces de encontrarse en los ambientes muy templados o humanos. La condición de vida que necesitan en el ambiente es que contenga un pH ligeramente alcalino o neutro.

Para poder reproducirse, deben hacerlo en el animal o en la persona que están hospedando en el momento.

¿Qué produce?

Cuando un ser humano es infectado por leptospirosis, su sistema inmune empieza a producir anticuerpos para poder atacar a este serotipo de leptospira, que es como se llaman a los microorganismos que se encuentran basados en antígenos.

De esta manera, la bacteria entra al organismo para empezar a infectarlo. Sin embargo, este tipo de microorganismo es muy curioso.

Esto porque al recuperarse de una leptospirosis, la persona, a pesar de que haya logrado producir los anticuerpos para atacar, no se encuentra totalmente protegida ante cualquier otra infección por la misma bacteria, pero que por otro serotipo.

Es por eso que, cuando una persona ha sufrido de la enfermedad y se recupera, tiene posibilidades de volverse a enfermar otra vez.

¿Con qué otro nombre se le conoce?

Esta enfermedad se le ha denominado de diferentes formas, entre los nombres más comunes son los siguientes:

- Enfermedad de Weil.
- Enfermedad de las porquerizas.
- Fiebre de los cortadores de caña.
- Enfermedad de Stuttgart.
- Fiebre por Leptospira Canicola.
- Fiebre icterohemorrágica.
- Ictericia hemorrágica.
- Fiebre de los pantanos o del fango.
- Fiebre de los arrozales.

¿Cómo se diagnostica?

Para llevar a cabo el diagnóstico de la enfermedad, el médico que atiende deberá realizar un examen de sangre para determinar la presencia de la bacteria o de los anticuerpos que son creados para atacar.

Estos podrán ser identificados cuando han pasado 5 a 7 días luego de haber entrado a la sangre del huésped. También se puede medir la concentración que tenga en un examen de orina o del LCR (líquido cefalorraquídeo).

O es utilizada una prueba de anticuerpos que es conocida como la aglutinación microscópica, también llamada MAT, para así determinar si el paciente está infectado con leptospirosis.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento utilizado para los pacientes con leptospirosis es el uso de antibióticos fuertes, como lo es la Penicilina, un fármaco muy utilizado en estos casos por vía IV (Intravenosa).

Sin embargo, ciertos pacientes le tienen alergia a la penicilina, por lo que en estos casos se utiliza la doxiciclina por vía intravenosa. Si la persona ha sido expuesta a algún riesgo, se puede utilizar la doxiciclina como el tratamiento profiláctico.

Es una enfermedad verdaderamente fácil de tratar y muy pocos son los casos de pacientes que han muerto por la infección.
Cabe destacar que, a las personas que acostumbran a viajar mucho en expediciones, les recomiendan que tengan a la mano Amoxicilina o Doxiciclina para cualquier caso de emergencia.

Cualquiera de estos antibióticos anteriormente mencionados son comprados en cualquier farmacia bajo una prescripción médica.

Medidas de prevención

Existen ciertas medidas de prevención contra la leptospirosis que debemos tener en cuenta, tales como:

Vacunar a los animales domésticos, haciendo énfasis en las mascotas y al ganado bovino.
Mayor control sanitario con los animales que son importados de un país a otro.
Control sanitario en los drenajes que se encuentran en los terrenos.

Debe haber medidas de protección para los humanos en el campo de forma individual.
Hay que tener un control sanitario en cuenta a la mecanización de la siega.

Control sanitario en las construcciones de establos y en los edificios donde se experimenta con roedores.

Evitar cualquier zona en donde haya la presencia de aguas estancadas,
Tener precaución en las zonas templadas.

Lavar muy bien los vegetales y frutas que nos consumimos.

Evitar el contacto de la boca con los enlatados.